Lección Uno
BIENVENIDA
RADICAL
Shanea D. Leonard
I. ORACIÓN DE APERTURA
Dios, soberano y quien nos ama, abre nuestros corazones y mentes mientras te buscamos en esta lección.
Ayúdanos a ver el valor de acoger al extraño, amar a nuestro prójimo y ver a la gente como tú lo haces.
Dios, ayúdanos a no centrar nuestro propio miedo, sino ábrenos a la belleza de la bienvenida radical.
Y Dios, aun cuando la tarea presente se vuelva difícil, danos la fuerza para superar el malestar para que podamos conocer más plenamente las abundantes bendiciones de la comunidad amada.
Amén.
II. LA PRÁCTICA DE LA BIENVENIDA RADICAL
Puedo recordar la primera vez que me sentí realmente “en casa”. Estaba en un entorno con personas cuya diversidad variaba enormemente en raza, orientación de género, edad, nivel de ingresos y antecedentes. No habían dos personas iguales en todos los sentidos y, sin embargo, todes sentimos lo mismo. Era como si una mini Naciones Unidas estuviera en este espacio de reunión único. Y debo admitir que fue en este entorno en particular donde tuve un sentido de mí misme y de comunidad que nunca antes había sentido. Dentro de esta falta de asceta homogénea, encontré lo que creo que muches de nosotres estamos buscando; un sentido de pertenencia… un lugar para poder ser. Sentí, por primera vez en un espacio público, una verdadera bienvenida, ya que había encontrado mi hogar. Y esta fue la primera vez en décadas de vida que realmente experimenté lo que luego solo pude definir como bienvenida radical.
La bienvenida radical es la práctica espiritual de aceptar y cambiar a traves de los dones, la presencia, las voces y el poder de la otra persona: gente sistemáticamente expulsada o marginada dentro de una iglesia, una denominación y/o la sociedad.1 La bienvenida radical va más allá del espíritu de hospitalidad o la presencia de un pase de visitantes después del culto matutino. La bienvenida radical es una disuasión de lo pertinente a un mundo de equidad e igualdad para quienquiera que el Señor envíe a su ministerio. Es un abrazo de la alteridad que existe en un esfuerzo fundamental por vivir el mandato de quienquiera que venga.
En la bienvenida radical, se descarta la idea de cambiar a alguien que no encaja en una estructura dominante, a cambio del benigno deseo de ser cambiade y liberade de lo cómodo segun la conformidad del dominio. La bienvenida radical libera a todas las personas que participan para dejar ir la mentalidad de nosotres frente a elles. Más bien, nadie es la otra persona porque todas son de un cuerpo con partes diferentes. El miedo a lo desconocido es reemplazado por la emoción de acoger lo que podría ser. Esta virtud es verdaderamente el epítome del llamado a ser una persona cristiana a ser una reparadora de brechas, un refugio seguro y el reflejo del amor acogedor de Dios en el mundo.
Creo que el mejor ejemplo de esto está claro en la dicotomía de multicultural versus intercultural. Multicultural significa que todas las personas son bienvenidas en la mesa y se ven sus diferencias. Todas las personas están representadas como sus humanidades se muestran por su diversidad, cada uno dentro de su propio entendimiento. Sin embargo, la interculturalidad tiene un enfoque diferente de la comunidad. La bienvenida radical aparece en el interculturalismo no solo al mostrar las diferencias de cada persona, sino al dar el siguiente paso para aprender mutuamente y cambiar la narrativa para crear una plataforma que incorpore la cultura, la identidad y el sentido del yo de todos en el vida de la comunidad.
En su forma más simple, la bienvenida radical es la habilidad espiritual de ver la voluntad de Dios para crear, fomentar, hacer espacio y ser un participante activo en la amada comunidad que nos llama fuera de nuestra propensión al miedo y en la valiente fuerza amorosa de unión. Es la diferencia entre tener visitas en su hogar y dar la bienvenida a la familia. Uno es temporal y el otro pertenencia.
1. En la manera que se define en “Radical Welcome: Embracing God, The Other, and the Spirit of Transformation”. Spellers, Stephanie. Church Publishing INC, New York, NY 2006.
III. REFERENCIA BÍBLICA
Las referencias bíblicas para la práctica de la bienvenida radical se encuentran en toda la Biblia. De hecho, la esencia de la salvación y la razón de la crucifixión de Cristo se basan en una idea de la naturaleza radicalmente acogedora de Dios, que invita a “toda la persona que quiera” a la mesa del compañerismo, la familia y la fe. Nuestra narrativa colectiva base como pueblo cristiano siempre debe señalarnos un lugar de apertura y bienvenida a las personas que Dios pone en nuestro camino. Sin embargo, aquí hay algunas Escrituras adicionales para reflexionar:
Ustedes, pues, amen al extranjero.
(Deutoronomio 10:17-19)
Yo voy a hacer algo nuevo!
(Isaías 43:18–21)
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el
que pierda la vida por causa mía, la salvará.
(Lucas 9:23-25)
Lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más
humildes, por mí mismo lo hicieron.
(Mateo 25:31-46)
IV. ILUSTRACIÓN
Cuando Heather se puso en contacto conmigo por correo electrónico un miércoles por la noche, no sabía qué esperar. Dijo que había obtenido mi información de un aliado comunitario de la iglesia y que la habían enviado hacia mi para que la guiara espiritualmente. Dijo que era una mujer transgénero de 19 años que estaba luchando por comprender si Dios podía amarla y cómo podía hacerlo. Dijo que había estado angustiada y que incluso quería suicidarse, debido a la idea de que Dios le había dado la espalda, especialmente a causa de su educación religiosa. No dio muchos detalles sobre su historia, pero solo me preguntó cómo podría ayudarla, ya que claramente pensó si yo era une ministre, la condenaría también.
Opté por una respuesta alternativa. Le di la bienvenida a Heather para que se uniera a mí, sin costo alguno, en una conferencia que nuestra iglesia organizaría el próximo fin de semana. Le dije que estaba diseñada específicamente para abordar las áreas de dolor, daño y desconexión entre la iglesia y la comunidad LGBTQIA +. También le dije que nada de lo que ella me había dicho o podría decirme haría que nuestro amoroso Dios se alejara. Le recordé que ella fue hecha de manera extremadamente y maravillosamente a la imagen de Dios, no a pesar de ser trans, sino en conexión con eso. También le dije que yo también era parte de la comunidad LGBTQIA + y que una variedad de personas asistirían y liderarían talleres que definitivamente ayudarían a proporcionar un ambiente seguro y valiente para una participación reflexiva.
Cuando llegó esa fría mañana de sábado de noviembre, inmediatamente me di cuenta de que era ella. No, no llevaba etiqueta con su nombre ni era la única persona transgénero que asistía. Sin embargo, la mirada de miedo en sus ojos y una sonrisa que decía que esta podría ser mi última esperanza apuntaron mi espíritu en su dirección. Admiré la fuerza y la fortaleza que le tomó llegar a nosotres ese día. Lo primero que hice fue presentarme y ofrecerle un abrazo. Le aseguré que estaba en el lugar correcto, le conseguí un paquete informativo, algo de comida y la ayudé a prepararse para la sesión plenaria. Le presentaron a uno de los miembros de la iglesia que se
ofreció a ser su compañero de conferencia para que no tuviera que estar sola. Se quedó todo el día e incluso regresó para la segunda parte al día siguiente.
Heather eventualmente se convirtió en miembro de la iglesia e incluso participó activamente en nuestro acercamiento a otres estudiantes universitaries trans. Se convirtió en una parte integral de mi ministerio, siendo una practicante en mi trabajo secular, e incluso me invitó a hacer un seminario en su trabajo corporativo una vez que entro al mundo laboral. Años después, Heather y yo seguimos en contacto. Ella ya no piensa en el suicidio. Ella tiene una relación restaurada con Dios y está prosperando en su yo auténtico. Realmente creo que Dios trabajó a través de la bienvenida radical que le dimos como iglesia, para ayudar a esta joven florecer en su sentido de fe, sentido de llamado y sentido de identidad propia. ¡A Dios sea la gloria!
V. HÁBITOS PARA LA BIENVENIDA RADICAL
Desarrolle un plan donde todas las personas puedan participar.
No limite la responsabilidad de crear un espacio radicalmente acogedor a una parte de la congregación. Desarrolle un plan sobre cómo llegará a las comunidades y asegúrese de que su espacio esté abierto y afirme para todas las personas, y luego hágalo parte de la misión y visión de su iglesia. Debería ser el deseo de toda la congregación y no solo de un comité especifico que se encargue bienvenida extravagante y radical sea parte del ADN de la congregación.
No espere siempre que vengan a usted.
Una de las desventajas de las personas que buscan diversificar sus congregaciones es que abren las puertas y esperen que la gente simplemente llegue masivamente porque están allí. ¡Eso nunca funciona! La mejor manera de brindar una bienvenida radical es convertirse en parte de la comunidad que lo rodea. Ejemplifique su bienvenida siendo la sal y la luz de Cristo fuera de los muros de la iglesia. Conéctese con organizaciones, iglesias o personas que estén activamente involucradas con comunidades marginadas. Haga más que solo tratar de salvar la comunidad; conviértase en une aliade. La alianza es reciprocidad mutua que elude la bienvenida radical. Esta travesía fuera de su zona de confort bien vale la pena cuando se da una bienvenida radical.
Refleje la diversidad en el liderazgo.
La mayoría de las personas, que son típicamente “excluidas”,se dan cuenta de cómo se reflejan o no en la composición de quienes lideran en la adoración y superiormente. Para asegurarse de que la bienvenida radical sea tangible, sea intencional sobre la diversidad y la inclusión en las voces que dirigen su congregación.
La adoración no debe ser como siempre.
Considere el estilo de la liturgia, la elección de la música y los elementos de adoración. ¿Reflejan una variedad de tradiciones, culturas y representaciones de personas? Parte de donde algunos se quedan atascados, entre intentar la diversidad pero carecen de inclusión, es la práctica rutinaria de usar formas culturales dominantes de hacer las cosas que solo elevan la diversidad durante ciertas épocas rituales del año. Eso no es una inclusión radical. No solo es imperativo quién está involucrado en el culto, sino que cómo se lleva a cabo el culto ayuda a crear un espacio que refleja la bienvenida radical y la inclusión extravagante.
Haga su propio trabajo.
Antes de buscar extender la rama de olivo de bienvenida e inclusión a aquellas personas que han sido “excluidas”, asegúrese de hacer el trabajo de reconocer, confesar y trabajar a través de los prejuicios implícitos y explícitos que puedan existir en su congregación o grupo. Sería una pena hacer todo el trabajo de preparar un lugar y luego, cuando la gente llega, la bienvenida está llena de palabras o comportamientos que disuaden el punto de bienvenida.
Incluso si no es en el primer intento, no se rinda.
Recuerde, Roma no se construyó en un día. Es posible que haya hecho todo su trabajo fundamental y haya creado el espacio que de la bienvenida más radicalmente posible, y nadie aparezca. Y eso está bien. Lo que es clave para recordar es la perseverancia y la paciencia. Las personas que han sentido daño o alienación pueden necesitar tiempo para ver la intención antes de ser capaces emocional y mentalmente de extender su confianza. Enfoquese en su trabajo, para estar allí con los brazos abiertos. Deje que el Espíritu haga el resto.
VI. PREGUNTAS PARA EL DIALOGO
- ¿Qué comunidades de personas están ausentes de su espacio?
- ¿Cuáles cree que han sido las barreras para vivir en una bienvenida radical y qué espera reimaginar para su futuro?
- ¿Cómo se ha preparado personalmente para relacionarse con aquellas personas que han sido “excluidas”?
- ¿De qué manera ha practicado la bienvenida radical en su comunidad de fe?
- ¿Dónde ve lugares donde su comunidad puede brindar una bienvenida más radical?